Los perezosos (Folivora) o filófagos (Phyllophaga) son un suborden de mamíferos placentarios del orden Pilosa, comúnmente conocidos como perezosos o pereza. Son animales neotropicales de variado tamaño (de 0,5 m a 1,7 m) endémicos de las selvas húmedas de Centro y Sudamérica. Las especies actuales se pueden clasificar en dos géneros: los perezosos de tres dedos (Bradypus,Bradypodidae) y los perezosos de dos dedos (Choloepus, Megalonychidae), pero se conocen más de 50 géneros extintos.
Los perezosos se clasifican como folívoros, ya que el grueso de su dieta consiste principalmente en yemas, brotes tiernos y hojas, principalmente de árboles del género Cecropia. Se ha documentado que algunos perezosos comen insectos, pequeños reptiles y aves como suplemento a su dieta. Los perezosos están completamente adaptados a la vida arborícola, desplazándose muy lentamente entre las ramas. Caminan con mucha dificultad sobre el suelo. Las hojas, su principal fuente de alimento, proporcionan muy poca energía y nutrientes, y no las digieren fácilmente. Por esta razón, los perezosos tienen estómagos de acción lenta, muy grandes y especializados, con múltiples compartimentos en los que habitan bacterias simbióticas que descomponen las hojas duras. Su digestión puede durar un mes o más en completarse.
En marcado contraste con los hormigueros, los perezosos tienen la cabeza redondeada y la cola corta. El cuello posee seis vértebras cervicales en el perezoso de dos dedos (Choloepus) y nueve o diez en los de tres dedos (Bradypus). Los dientes anteriores están ausentes y los posteriores son hileras de protuberancias cilíndricas todas ellas aproximadamente iguales desprovistas de cubierta de esmalte, pero que han adquirido una superficie trituradora y crecimiento continuo.
Las patas anteriores son más largas que las posteriores y están provistas de uñas ganchudas para colgarse de las ramas. En la cintura pectoral la clavícula se articula con el coracoides, carácter único entre los mamíferos.
Con frecuencia sobre su pelo crecen cianobacterias (Cyanoderma) y algas clorofíceas (Trichophilus) lo que les otorga una coloración verdosa que contribuye, junto a su lento movimiento, a pasar desapercibidos frente a los depredadores.1
Algunos de sus principales depredadores son el hombre, serpientes constrictoras, en ocasiones aves de presa (como el águila harpía) y jaguares. La carne de los perezosos es considerada deliciosa por su constante ingestión de hojas tiernas de los árboles y el poco uso que hacen de sus músculos.
Poseen garras muy afiladas que no sólo les sirven para el sustento, sino también como una efectiva arma de defensa que puede ser extremadamente peligrosas para sus atacantes. Cuando deben cruzar un río donde la vegetación no forme puentes aéreos pueden nadar con rapidez.
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