Cobra es el nombre común de un grupo de serpientes venenosas de la familia Elapidae, en especial los géneros Naja, con unas 20 especies, y Ophiophagus, con una especie, conocidas por su aspecto amenazante y su mordedura. Habitan en zonas tropicales y desérticas del sur de Asia y África.
Es fácil reconocerlas porque despliegan una especie de "capucha" en la zona de la cabeza
cuando están irritadas o en peligro. Logran hacer esto aplanando las vértebras de la cabeza.
En general, las cobras se alimentan de roedores y aves, a los que matan inyectándoles una neurotoxina a través de los colmillos. Entre sus predadores se incluyen la mangosta y algunas aves rapaces.
Cobra es el nombre común de ciertas serpientes venenosas, conocidas por su aspecto intimidante y su picadura mortal. Es fácil reconocerlas por una especie de caperuza que despliegan cuando están irritadas o se sienten amenazadas, que se forma por extensión de las costillas de la parte trasera de su cabeza. Estos reptiles viven en Filipinas, el sur de Asia y África.
La cobra real o cobra de Birmania es la serpiente venenosa más larga del mundo. El promedio de su longitud es de 3,7 m pero algunas alcanzan los 5,5 metros. Es una serpiente delgada, de color oliva o pardo, con ojos de color bronce. Vive en Filipinas, Malasia, sur de China, Birmania, India, Tailandia y la península Malaya. Su actividad es diurna y se alimenta principalmente de otras serpientes (algunas de ellas también venenosas). Su veneno es muy tóxico.
La otra cobra asiática es conocida como cobra india o cobra de anteojos (Naja naja), debido a un dibujo similar a unos anteojos que exhibe en su piel. Rara vez alcanza una longitud superior a los 1,8 metros. El ensanchamiento de la zona de su cabeza es, proporcionalmente, mucho mayor que el de la cobra real y suele ser de color amarillo o castaño. Desarrolla su actividad durante el crepúsculo y por la noche, y se alimenta de reptiles, aves y roedores.
Esta serpiente es causa de muchas muertes al año en la India, donde se le trata con respeto religioso y rara vez se le da muerte, aunque se cometen abusos tales como quitarles los dientes y presentarlas a la gente en espectáculos con flautas o trompetas.
El veneno de las cobras, una neurotoxina, tiene un efecto devastador sobre el sistema nervioso. Con todo, gracias a la mayor disponibilidad de un antídoto eficaz, la elevada tasa de mortalidad debida a su potente veneno ha disminuido en algunas zonas de Asia.
Además de morder e inyectar su veneno neurotóxico, algunas cobras como la cobra escupidora occidental escupen el veneno comprimiendo los músculos que tienen en los colmillos. Estas cobras confían más en escupir el veneno que inyectarlo. Suelen apuntar a los ojos provocando una ceguera temporal, y a veces permanente.
El veneno de las cobras se viene usando en la investigación médica debido a que contiene una enzima, la lecitinasa, que disuelve las paredes de las células, así como las membranas que rodean a los virus.
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